Un entrenamiento coherente, un descanso apropiado y un buen equilibrio dietético lo que de verdad haga correr a nuestros atletas
Como a igual entrenamiento cada atleta rinde de distinta forma, es evidente que hay otras circunstancias que deben influir en su estado óptimo. Dentro de éstas, la ALIMENTACIÓN es de primordial importancia.
Con una dieta correcta no podemos asegurar el triunfo de un deportista, pero estamos seguros de muchos de los llamados de elite hubieran alcanzado una cota más alta habiendo llevado una alimentación dirigida, controlada y más fisiológica, sin dejar, por supuesto, de respetar las costumbres alimenticias individuales. Esto último es crucial, pues hay hábitos fuertemente arraigados tanto fisiológica como psicológicamente que datan de los primeros años de vida y permanecerán con cada persona durante toda su existencia, habiendo producido en su metabolismo una serie secuencial de reacciones que no se pueden modificar fácilmente.
Los errores cometidos en la alimentación del deportista no se dejan ver, no se advierten inmediatamente. Son la sucesión de pequeñas alteraciones en el metabolismo, en la musculatura, precisamente en la mitocondria que protagoniza la conversión de la energía química de los nutrientes, en mecánica. Junto con el resto de órganos y sistemas soportan el metabolismo del esfuerzo, y el día menos pensado se rompe la línea de entrenamiento progresivo, sin hallar una explicación lógica.
A la hora de modificar dietas lo haremos poco a poco, sin grandes cambios, hasta llegar progresivamente a los alimentos y hábitos más naturales: reducir la ingesta de grasas animales y carnes, y aumentar la proporción de fibra a base de cereales, verduras y frutas, puede ser un buen comienzo.
Para concluir, la base del deportista debe conformarse en base a tres criterios:
- CUANTITATIVO, referido a la cantidad calórica diaria de ingestión y depende del gasto energético diario habitual y de las características del esfuerzo realizado diariamente.
- CUALITATIVO, en el que tendremos en cuenta la proporción de nutrientes (porcentaje de hidratos de carbono, proteínas y grasas, que se fija en un 50-60 por 100 para los primeros, 25-30 por 100 para grasas y en un 11-18 por 100 para las proteínas), aporte vitamínico y mineral.
- DISTRIBUCIÓN HORARIA, rigurosa, y adaptada a los períodos de entrenamiento, competición y descanso.
SUPLEMENTOS ERGOGÉNICOS A LA DIETA
Siempre deben ser utilizados como una ayuda y no como reemplazante de la dieta. En la producción de energía (que es lo que significa ergogénico) lo más importante son los alimentos, y sólo deben ser suplementados en determinadas épocas de mayor exigencia, nunca por rutina.
Los atletas suelen abusar de ellos pensando que son la panacea y la protección a cualquier enfermedad, o lo que les hará correr más. Todo ello es mentira. Si bien es cierto que hay determinada gente que necesita largos períodos con suplementos vitamínicos o minerales, no podemos hacerlo extensivo a todos los atletas y debemos empezar por comunicárselo de este modo.
A continuación repasamos las principales ayudas con las que cuenta el atleta, por supuesto sin constituir “doping”:
- SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS: El más completo puede ser el Pharmaton Complex; se recomienda en épocas de máximo entrenamiento y competición, tres semanas tras las que se descansa otras tres y se vuelve a tomar otras tres semanas.
- MINERALES: sodio, potasio, cloro, calcio, fósforo, magnesio. Suelen venir todos ellos en bebidas electrolíticas (Isostar, Gatorade, etc.)y son especialmente buenas en verano.
- OLIGOELEMENTOS: hierro, cobre, yodo, manganeso. Están en nuestro cuerpo en pequeñas proporciones, pero si faltan ocasionan muchos problemas. No debe abusarse de ellos, ni tomarlos a la ligera, sin el conveniente análisis donde se demuestre su falta. Es típico que tras la menstruación las mujeres necesiten hierro, incluso de forma preventiva.
- OTRAS AYUDAS UTILIZADAS: Constituyen un grupo numeroso y suelen ser productos naturales de los cada cual habla maravillas, la realidad es que los dos primeros son los más serios: Ginseng y Ginseng Siberiano, de probada eficacia y utilizadísimos en todos los países y en todas las olimpiadas. Son tónicos vigorizantes y defatigantes.
Levadura de cerveza, magnifica fuente de vitamina B.- Polen, rico en proteínas, vitaminas y sales minerales.- Germen de trigo, rico en vitamina E y en linolénico.- Jalea real, fuente de vitaminas, sobre todo B.- Lecitina, excelente suministro de fósforo orgánico en forma directamente asimilable. Activa todas las funciones celulares y tiene por ello una función rejuvenecedora.
Podríamos continuar y no acabaríamos, pero en ningún caso pensemos que estos productos aportan algo nuevo si de verdad llevamos una dieta equilibrada. Esta es, por tanto, la que debe ser revisada, y no busquemos la solución en “productos mágicos” que no existen.
En fin, será un entrenamiento coherente, un descanso apropiado y un buen equilibrio dietético lo que de verdad haga correr a nuestros atletas.
Eduardo Barreiro – FCmax
Fuente: Dr. Hernán Silvan Revista Sprint