La periostitis tibial es una lesión que, sería fácil de curar si los corredores de calle, en su mayoría, prestaran atención a las alertas que da el cuerpo, cosa que no suele ocurrir.
Se caracteriza por comenzar con un leve dolor, soportable al entrenar, en la parte interior de la tibia, pero a medida que el tiempo transcurre se vuelve cada vez más dificultoso entrar en calor, ya que el dolor aumenta, hasta que termina impidiendo al runner caminar con normalidad.
Es muy común entre los corredores principiantes, ya que aparece por entrenar con zapatillas inadecuadas, piso muy duro o problemas biomecánicos que se detectan recién cuando uno arranca con una actividad como correr. La otra causa, ya en corredores más curtidos, suele ser el stress generado por la sobre exigencia en entrenamientos o competencias.
Para evitar la molestia periostitis:
- Entrená sobre terrenos blandos (pasto, tierra, etc.)
- Si vas a aumentar el volumen de kilómetros semanales, que sea de forma progresiva.
A mayor cantidad de competencias, más stress para tu cuerpo. El descanso es parte del entrenamiento.
Descartá tus zapatillas a los 800 kilómetos. Usalas para otras actividades pero no para correr.
- Realizate un estudio de la pisada.
- Usa plantillas de ser necesario o elegí el calzado en base a tu tipo de pisada.
- Si aparece el dolor, descansá un par de días hasta que desaparezca. Es mejor perder 3 días y no 1 mes.
- Si el dolor es muy agudo, visitá a tu kinesiólogo: descanso, paciencia, hielo y antiflamatorio.
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