En comparación con personas más sedentarias, los corredores presentan menos discapacidad y un retraso de la mortalidad por diversas causas.
Expertos de la Stanford University School of Medicine (Estados Unidos) afirman que correr retarda el reloj del envejecimiento, según demostraron en un estudio realizado en 500 corredores de edad adulta durante más de 20 años, y que ha sido publicado en “Archives of Internal Medicine”.
El equipo de investigadores comparó a los corredores, mayores de 50 años, con un grupo similar de no corredores. Usaron un registro de muertes nacionales para saber qué participantes habían fallecido y el motivo. Descubrieron que el 34% de las personas que no realizaban ejercicio habían muerto, frente a al 15% de los corredores.
En la primera etapa del estudio, los participantes corrían una media de cuatro horas a la semana y, 21 años más tarde, este tiempo se redujo a 76 minutos a la semana. Pero aún obtenían beneficios. Los expertos destacaron que ambos grupos en el estudio presentaron discapacidad después de este tiempo, pero subrayaron que en el grupo de los corredores los síntomas empezaron más tarde.
Los expertos observaron además que la distancia entre ambos grupos era mayor a medida que se aproximaban a los 90 años debido, según destacaron, a los hábitos sanos, y señalaron que correr estaba relacionado también con el descenso en las muertes por problemas cardiovasculares, cáncer, enfermedades neurológicas, infecciones y otras causas.
Por otro lado, indicaron que correr no estaba relacionado con mayores tasas de osteoartritis en los deportistas mayores, y añadieron que tampoco necesitaban más reemplazos de rodillas que las personas que no practicaban esta actividad.
Archives of Internal Medicine 2008;168:1638-1646
JANO.es