Los hidratos de carbono son el combustible más fácil que utiliza nuestro cuerpo para obtener energía. Son compuestos orgánicos de carbono, hidrógeno y oxígeno. Pueden encontrarse en los alimentos en forma de carbohidratos simples (azúcares) y complejos (féculas y fibras). Los carbohidratos simples se absorben rápidamente y no necesitan digestión. Los complejos son de asimilación lenta, ya que deben ser procesados para ser digeridos y dan la energía de larga duración que requieren los esfuerzos prolongados.
En la alimentación diaria, los hidratos de carbono son la base de la pirámide alimenticia humana, ya que son la fuente más importante de energía para los seres vivos.
¿Qué cantidad de carbohidratos debemos ingerir diariamente?
En la alimentación de una persona normal se recomienda que el 50-55% del total de la ingesta provenga de los hidratos de carbono, preferentemente complejos.
El consumo recomendado para atletas y personas activas es de un 60-70% de la ingesta energética total.
Las principales fuentes de hidratos de carbono son los cereales (trigo, avena, cebada, arroz, centeno, maíz), y sus derivados (pasta, pan, granola), las hortalizas, verduras, legumbres, frutas y los productos dulces.