Se tratan cada año de mas de 20 millones de lesiones deportivas. Se puede aplicar los principios de la medicina de deportes al tratamiento de muchas heridas músculo-esqueleto, que son parecidas a las lesiones deportivas pero que tienen causas distintas. Por ejemplo, puede que el “codo de tenis” sea causado por acciones como llevar una maleta, dar vueltas al un tornillo; y se puede resultar la “rodilla de corredor” de medear o rodear excesivamente la pie mientras que anda.
Las Causas
Las lesiones deportivas son causadas por malos métodos de entrenamiento, anormalidades estructurales que crean mas tensión en ciertas partes del cuerpo que en otras, y la debilidad de los músculos, tendones y ligamentos. Muchos de estas lesiones son causadas por desgaste crónico que resulta del movimiento repetitivo en el tejido susceptible.
Los Métodos Defectuosos de Entrenamiento
La causa mas común de heridas de los músculos y tendones es el entrenamiento defectuoso. La persona que se ejercita y no deja sitio para la recuperación adecuada después de una sesión de entrenamiento o que no para de entrenar esta creando y desarrollando una lesión.
Cada vez que un entrenamiento intensivo le da demasiado tensión a los músculos, algunas fibras de músculo son heridas y otras consumen toda su energía disponible, la cual ha sido guardada en forma de hidrato de carbono glucogeno. Como mínimo se requiere mas de dos días para que curen las fibras y que reponga el glucogeno.
Como solo funcionan adecuadamente las fibras bien alimentadas y sin lesiones, los entrenamientos muy intensivos requieren el trabajo comparable de menos fibras sanas, cosa que aumenta la probabilidad de lesiones. Por eso, solo el hecho de dejar al menos 2 días entre los entrenamientos intensivos o alternar los entrenamientos ‘de tensión’ en las partes distintas del cuerpo puede servir para prevenir lesiones crónicas muy serias .
Casi todos los programas de entrenamiento alternan un día de entrenamiento duro con otro día de descanso o un entrenamiento mas cómodo. Por ejemplo, muchos levantadores de pesos alternan un día de entrenamiento duro con otro de no entrenamiento.
Un corredor puede correr millas de cinco minutos en un día y millas de seis hasta ocho minutos el próximo día. Si un atleta entrena dos veces al día, debe seguir cada entrenamiento duro con al menos tres veces mas fácil.
Solo en el caso de los nadadores pueden hacer un entrenamiento duro y uno fácil o cómodo, cada día sin lesiones.
Probablemente les ayuda la ligereza del agua en proteger sus músculos y tendones. Sobreviene el dolor, que precede a la mayoría de las lesiones de desgaste, cuando empieza a rasgarse un numero limitado de fibras de músculo o tendón. Parar de ejercitar cuando se da las primeras muestras de dolor es imprescindible para limitar las lesiones en estas fibras, dando por resultado una recuperación mas lapido.
Seguir con el entrenamiento a pesar del dolor hace que se rasguen mas fibras, extendiendo el daño y tardando muchísimo mas la recuperación.
Las Anormalidades Estructurales
Las anormalidades estructurales le pueden hacer a una persona susceptible a una lesión deportiva por el hecho de que le hace tensionar de una forma desnivelada las partes del cuerpo. Por ejemplo, cuando la largura de las piernas son desiguales, se pone mas tensión en la cadera y la rodilla de la pierna mas larga.
Tiene el mismo efecto el correr habitualmente por los lados de los caminos inclinados, chocando repetidamente con la superficie mas alta se aumenta el riesgo del dolor o lesión en ese lado. Una persona con una curva exagerada en la columna puede tener dolor de la espalda cuando le menea con un bate de beisbol. En general, desaparece el dolor cuando se para la actividad pero vuelve cada vez que se llegue a la misma intensidad de ejercicio.
El factor biomecánico que causa la mayoría de las lesiones de las pies, las piernas y las caderas es es la “pronation” excesiva – un giro interno de los pies después de que tocan en el suelo. Es normal un grado de “pronation” hasta cierto punto y sirve de prevenir las lesiones puesto que se distribuye la fuerza de contacto por todas partes del pie. Sin embargo, la “pronation” excesivo puede causar daño en el pie, la pierna y la rodilla.
Los tobillos de la gente con “pronation” excesiva son tan flexibles que los arcos de los pies le tocan al suelo cuando anda o corre, dando un aspecto de pies planos. Un corredor con “pronation” excesivo puede tener dolor de las rodillas cuando corre largas distancias.
Opuestamente, demasiado poco pronation puede ocurrir en los que tiene tobillos rígidos. Los pies de esta gente parece tener arcos muy altos, y no absorbe bien el choque, aumentando el riesgo de desarrollar fracturas de las pies y las piernas.
Pecci Saavedra